CRISTINA PALACIO PSICOLOGÍA

¿Por qué estoy triste?

Depresión

Diferencias entre tristeza y depresión

Estar triste puede ser muy bueno, porque la tristeza es una emoción normal que nos permite superar momentos difíciles. Para poder afrontar determinadas situaciones, necesitamos bajar mucho nuestra actividad y dejarnos llevar por esas emociones que, aunque a nadie le gusten, nos permiten continuar con la vida. 

Pero también es verdad que, otras veces, la tristeza puede ser un problema. Estar triste es un problema cuando no nos ayuda, sino que nos impide avanzar. Cuando estoy tan triste que no quiero hacer nada y, poco a poco, voy dejando de hacer todo lo que me gusta. Estar triste es un problema cuando no soy capaz de controlar esa emoción y me supera. 

Podemos decir, que la tristeza es un problema cuando se da alguna de estas situaciones: 

     

      1. Llevo triste tanto tiempo que no se puede decir que me esté ayudando a superar nada. 

      1. La tristeza es tan grande, que no puedo seguir haciendo mi vida normal.

      1. Estoy triste sin que haya pasado nada para que lo esté. 

    Cuando se da alguna de estas situaciones y nos afecta tanto, es cuando es más necesario pedir ayuda y acudir a una persona especializada, porque la emoción no se está comportando de manera normal. Cuando la emoción no se comporta de manera normal es cuando hablamos de un problema psicológico, como la depresión o sintomatología parecida. 

    Desmotivación y depresión

    La tristeza, en algunas ocasiones, no se ve porque me sienta triste, sino por una apatía o desmotivación muy grandes. Una de las razones por las que la gente sigue en este bucle de estar mal es porque esta apatía y desmotivación les impide hacer cosas que antes les gustaban y tomar las riendas de su vida. 

    De hecho, en muchas ocasiones, hay falta de apoyo social por este hecho. Como la tristeza no se ve, la gente no entiende que haya personas que estén mal o que no quieran hacer nada y, poco a poco, dejan de invitar, llamar o insistir para que salgan. La persona que está mal, cada vez se va retrayendo más y más en sí misma y cada vez es más difícil salir. 

    Precisamente, la solución para dejar de estar triste es la contraria. Cuantas más cosas haga y más planes proponga, mejor estará. 

    Pensamientos negativos y depresión 

    Por otro lado, un gran problema de la tristeza patológica es que el discurso interno es muy negativo. Los pensamientos cobran mucha fuerza en la depresión, y no suele haber muchos buenos. La persona se encierra mucho en sí misma y se critica cada vez con más frecuencia, se culpa por las cosas que han pasado, estén o no relacionadas con ella, y tiene grandes sentimientos de fracaso. 

    Este discurso interno, merma mucho la moral de la persona que está mal, porque le dedica mucho tiempo a buscar todas las cosas que hizo mal. En muchas ocasiones, los pensamientos autodestructivos impiden dormir con normalidad y pueden afectar, no solo al sueño, sino a la alimentación, autoestima, al trabajo, relaciones personales, etc. 

    Cosas que hacer para evitar la depresión: 

       

        • Deporte 

        • Comer bien todo tipo de alimentos 

        • Practicar una buena higiene del sueño 

        • Quedar con amig@s

        • Salir a tomar el sol

        • Leer

        • Pintar

        • Bailar

        • Cantar

        • Escribir 

        • Hacer manualidades 

        • Ver a la familia 

        • Ir al cine 

        • Tener la casa ordenada

        • Regar las plantas

        • Etc. 

      Cualquier cosa que te guste y te motive a hacer más, es una buena actividad para evitar la depresión. Si ya estás en un mal momento, hacer cualquier cosa que antes te hiciese feliz, va a contribuir a que ahora estés mejor. 

      Recuerda que en muchas ocasiones, no podemos hacerlo todo solos. Si todo esto se te hace bola y crees que estás mal y que no puedes solucionarlo por tu cuenta, pide tu cita online

      Te ayudo a darte ese empujón que necesitas para volver a estar bien. 

      ¿Necesito ir al psicólogo?

      Necesito ir al psicólogo

      Muchas veces tenemos la duda, ¿es tan importante?, ¿seré yo que me quejo mucho?, ¿estaré realmente tan mal como pienso?

      Mi respuesta siempre será la misma: sí estás mal y quieres ir, es porque tienes que ir.

      Cada vez está más aceptada la idea de ir a un psicólogo y, por suerte, cada vez hay más conciencia sobre la importancia de la salud mental. Aun así seguimos dudando mucho, y es normal. La clave para saber si tienes que ir al psicólogo es si tienes un problema que no puedes resolver sola.

      Siempre que duela, lo estés pasando mal, estés triste o nerviosa, no sepas qué hacer, sientas que necesites un apoyo o simplemente un hombro en el que llorar y no tengas a nadie con quien hacerlo, entonces necesitas ir al psicólogo.

      La función de la psicología es ayudar, apoyar y animar.

      También hay momentos en los que estoy muy mal pero siento que lo puedo arreglar sola, el problema es que no se arregla. Cuando tenemos enquistado un problema también podemos acudir a terapia, a alguien que lo vea desde otra perspectiva, desde fuera, y que nos ayude a tomar mejores decisiones.

      Cómo en todo, mejor prevenir que curar. Cuanto antes vaya, más rápido será el proceso de recuperación, porque no estaré tan mal.

      Además, hay problemas que tenemos muy interiorizados o normalizados que nos pueden hacer mucho daño y por lo que podemos ir a terapia:

      • Estado de ánimo bajo.
      • Llanto todo el tiempo o dificultad para llorar.
      • Sensación constante de estrés.
      • Insomnio o problemas de sueño.
      • Falta de apoyo (familia, pareja, amigos…).
      • Incertidumbre sobre el futuro.
      • Pensamientos recurrentes acerca de un tema que no puedo controlar o que me hace sentirme fatal.
      • Problemas en el trabajo, con la familia, con la pareja…
      • No querer hacer cosas que antes me gustaban.
      • Tener cada vez menos ganas de salir.
      • Tener miedos constantes.

      Estos son solo algunos ejemplos. Es importante saber que por sí solos, puede que no constituyan un problema diagnóstico, pero quien los padece puede estar sufriendo igualmente.

      Por ello, vuelvo a decir lo mismo: siempre que quieras ir a terapia, es porque necesitas ir a terapia. Puede que no haya un diagnóstico, que no tengas que tener depresión, ansiedad, trastorno de personalidad, etc. Puede que solo pase que llevas triste una temporada y no sabes cómo salir de ahí.

      Por eso, siempre que necesites un empujón, pídelo.